El rendimiento que mostró San Martín contra Boca, en el juego por 16avos. de final de Copa Argentina, dejó en claro que el equipo tiene varios aspectos positivos como para que sus hinchas confíen en que la salvación es posible. De a poco, Darío Forestello va encontrando el equipo y el ingreso de los jugadores que llegaron como refuerzos viene siendo una solución en ese aspecto.
Emiliano Purita clausuró el sector derecho de la defensa y ayudó a que la zaga encuentre la regularidad que “Yagui” pretende. Adrián Arregui se transformó en el “león” del medio, quitando todo y entregando la pelota con criterio. Nicolás Giménez ayudó a Matías García en el armado del juego ofensivo.
Otra buena noticia la aportó “Tino” Costa, quien se recuperó de la lesión y, pese a que jugó pocos minutos, demostró que puede ser importante en la creación.
Si San Martín aún no pudo festejar es porque sufre en las dos áreas. Arriba le cuesta horrores convertir y los rivales tiene muchas facilidades para anotar goles que pueden evitarse.
Por eso, Forestello debe apuntalar ese aspecto. San Martín debe evitar que los rivales le conviertan con tanta facilidad. Si lo logra, el panorama se aclarará. Claudio Bieler demostró que es un depredador de área y, en la medida que tenga chances, aportará la cuota de gol para componer el otro punto flaco.